jueves, 5 de julio de 2007

ser mediocre



Hace unos años, una de mis tantas hijas me dijo: “Creo que no importa lo que seas o qué profesión u oficio elijas, lo importante es que en lo que hagas seas el mejor”. Yo pensé: qué hermosa oportunidad me da la vida para expresarme.
Chiquita mía, estás frente a una mediocre en todos los aspectos de su vida. Que además milita por la mediocridad. Yo creo que nunca me destaqué en nada. Fuí y soy una madre muy incompleta, una hija que llega “hasta ahí”, una estudiante de 6 ó 7, una docente que se entusiasma una vez a la semana, una fotógrafa que la pegó con 9 ó 10 fotos en su vida, una amante que no recibió demasiados reproches ni demasiados halagos.
Fervientemente creo que mi equilibrio se basa en hacer todo más o menos. Pienso que la vanidad arruina nuestro SER HUMANO, por destacarnos, por diferenciarnos, por disgregarnos. ¿Qué vale más: ser el mejor músico o apasionarse con un instrumento, unos acordes, unas melodías … Ser un escritor sobresaliente o poder explicar y expresar, con esta herramienta tan profundamente humana como es el lenguaje, lo que siento, lo que quiero…
Considerarme o que me consideren la mejor amiga del mundo o poder disfrutar de esas relaciones que mantenemos con la sencillez de lo comúnlibrecotidiano…?
Hijita mía, ojalá tengas la fuerza para hacer de tu vida algo mejor, igual a los que disfrutan pisando arena, igual a los que desayunan leche tibia, igual a los que besan y consideran a la luna una compañera.
Por todas las cosas que vos y yo sabemos es que nos queremos tanto, no porque sos ni soy la mejor en algo.