jueves, 28 de junio de 2007

camilo

Te asemejas bastante a un sol pequeño, casi un sol individual, que da la luz necesaria para ver el camino y el calor suficiente para sentirse humano. Con tus chiquititeces y tus valentías, nadie se atreve a decirte feo, a mirarte malo, a pensarte tonto. Tu cuerpo, tu pose, tus dientes, tu color marrón luminoso, rechazan las maldiciones, las maledicencias, las malasintenciones. Las guitarras cantan por tus manos grandes, por esas manitos mías. Qué fortuna tengo de haberte conocido. Cuanta dignidad, alegría y valor depositas en mi pequeño ser.

1 comentario:

Anónimo dijo...

qué bello!!!!